jueves, 20 de diciembre de 2007

Justo el minuto que la tienda cerro'.








Eran las siete y media de la tarde, aquel dia.
Era el 24 de Diciembre del año 1953. La vigilia de Navidad. Las calles estaban adobadas de festones y luces, blancos, rojos, vierde...
Antony estaba paseando en la avenida principal de la ciudad de Minnetrampolis, mirando en los escaparates iluminados y llenos de todo tipo de regalo: vestidos, joyas, dulces, juguetes...
La gente a su alrededor venia y se iba, apresurada, bajo una nieve fina que empezo' a caerse desde el cielo. Todo parecia un perfecto cuadrito de Navidad, con tanta alegria y excitacion que animaba toda la gente y esas luces.




Pero Antony era triste. Hace solo dos meses habia comprado un avion, uno muy grande. Un boeing, con sitio para 237 personas, mas el personal, y sitio para el equipaje de todos. Habia calculado que en la estiba cabian 3 elefantes, 2 rinocerontes, 5 cocodrilos y un gnu. Era una estiba enorme.
El hecho es que aun no sabia con quien irse. No tenia tantos amigos, ni tantos animales. Uno si lo tenia. Era una rata que vivia por debajo de la escalera de su finca. Cada vez que volvia a casa, la rata -una rata de un gris clarito- salia de su agujero y le hacia una sonrisa. A vecez intercambiaban unas palabras. De hecho era una rata amable.
A vecez, la rata, se le reprochaba de haber salido sin paragua, si llovia. O si le escuchaba dar un golpe de toz, le decia: "tienes que cuidarte Toni, tienes que cuidarte." Asi' que ya contaba darle un pasaje, con el avion, cuando hubiese sido todo listo.




Pero ese amigo, Pony -la rata- en la mente de Tony no era bastante a justificar la compra de su gran avion boeing de 237 pasajeros. Aunque si, por cierto sabia donde habria querido irse. Tenia un plan de viaje. Y era muy simple en resumirse: todas las islas mas bonitas del mundo. Las tenia todas en un mapa, y la mayoria... eran islas secretas! Islas misteriosas. La Isla del Bonchito, la Isla Tafangor, la Isla Ruruduru, la isla Spling Splong... y otras con nombres aun mas raros. Y en cada una, Tony sabia, habia un tesoro por encontrar. Tesoros fabulosos. De esto tambien tenia mapas -mapas muy antiguos, que habia ido recolectando durante años por los mercados del mundo. Uno lo habia encontrado en el cajon de algun viejo mueble pertenecido al barco de un pirata, otro en el bolsillo de un abrigo, otro detras de un cuadro...
Tony era un buscador de misterios.



Estaba haciendo un resumen de todo esto y fantaseando, sin darse cuenta que estaba observando detenidamente en un escaparate un gran y maravilloso carillon. Habian algunas figuritas en movimiento, de un circo: el payaso, los malabaristas, la trapezista, el domador de leones... Y tambien habia un mono que se levantaba un sombrerito con la mano y luego se lo reponia sobre la cabeza



Quien sabe cuanto tiempo paso' mirando las vueltas del pequeño circo, y el mono saludarle.
Hasta cuando sus ojos se enfocaron sobra el vidrio del escaparate por medio. Habia otra persona, a su lado. Le vio' un pelo rubio, largo, que caia en dos trenzas sobre los hombros. Era una chica, con un abrigo rojo y un sombrerito negro.
Se llamaba Susan. Se lo dijo ella, cuando Toni le dijo: "eso es todo un circo en movimiento. Ha notado el mono como hace, con el sombrerito? Para saludarle." Tony al principio habia pensado que fuese una empleada de la tienda que habia salido para darle informaciones, pero no. Era mas probable fuese un angel, con esas trenzas rubias y el rostro tan blanco y luminoso. Susan tenia una sonrisa toda particular. Como si acabase de imprimirsele sobre los labios despues de una gran risa. Y no perdia el tiempo. Parecia ya que fueran buenos amigos.

Asi' que Tony se decidio' en contarle del avion. El lo llamaba "el avion mas bello del mundo". Le dijo todo de sus planes, y tambien le dijo de Pony, la rata, la cual, le confesio', no habria podido escluir de las invitaciones. Susan se extraño un poco, con saber todo esto, del avion, de la rata Pony y de la estiba donde cabian 3 elefantes, 2 rinocerontes, 5 cocodrilos y un gnu. Lo escucho', y cuando hubo terminado... hizo una risa. Pero era una risa gentil. Dijo: "vale! si es cierto que es el avion mas bello del mundo... Pero, hm. Y si fueran 4 elefantes, solo un rinoceronte y dos cocodrilos menos, o sea 3? Iria bien? Practicamente seria lo mismo."





Esto tipo de curiosidad le gusto' mucho a Toni. Le parecia una chica bien preparada, y inteligente. No era una tonta. Lo se notaba. Y ademas no habia hecho ningun comentario sobre la rata, como por ejemplo que le daba asco y no queria conocerla ni si era su mejor amigo.





Un carrito paso' con un Papa' Noel que hacia resonar las campanas, a sus espaldas, mientras hablaban, haciendo, con voz baja y de bonachon: "oho.oh! oho.oh!" Lo seguia repitiendo. Y se paro' a la oreja de Tony, con la campana. Dio' un golpe mas fuerte, hasta dejarlo casi sordo, y luego dijo otra vez: "OHO.OH... OHO.OH." En voz mas alta, para que lo oyera.


Ahora caia mucha mas nieve desde el cielo... era todo blanco alrededor. Y ya era noche cuando Susan y Tony decidieron entrar para comprarse el carillon del pequeño circo, con el payaso, los malabaristas, la trapezista, el domador de leones y... el mono que saludaba con su sombrerito.


Fueron los ultimos, justo el minuto que la tienda cerro'.


viernes, 30 de noviembre de 2007




El caballero cabezudo






Erase una vez una familia

que vivia en el campo, cerca de los Montes Roseados, en el estado de Pimpagua.
Habitaban en una gran finca de madera, que habia construido el padre, Frank, con la ayuda de sus hijos.


La familia en total estaba compuesta por 8 personas, 3 perros, 9 vacas, 9 ovejas, 16 gallinas y 2 caballos.
Habian tres hermanas y tre hermanos. Sus nombres eran: Linda, Sandra, Emily, Jake, Ben y Sgrimpsy.



Sgrimpsy era el mas pequeño de todos, pero era tambien el mas cabezudo.
Era tan cabezudo que a menudo los hermanos lo utilizaban para romper la leña. Y al el no le hacia daño. En absoluto. Esa cabeza era tan dura que ni la roca se habria resistido.
Eran una familia feliz y muy trabajadora. Tenian mucho mais y luego huertos con toda clase de fruta y de verduras, mas el ganado.





La madre, Emma, preparaba comidas esquisitas, en gran cuantidad. El regimiento de caballeria alojado en un cuartel no demasiado lejo de la casa de los Swenson (cosi' se llamaban) tenia costumbre de aceptar las invitaciones de la señora, asi' que normalmente habian unas noventas personas comiendo en la finca.


Fue uno de esos mediodias que paso' algo de especial. Toda la compañia estaba comiendo, cuando Sgrimpsy noto' algo, afuera de la finca, y se alejo' de esa unos pasos, solo. Y lo vio', al horizonte.



Habia un caballo, todo blanco, muy bello y... con dos grandes alas al costado! El caballo se levantaba sobre las piernas, haciendo: "jihi....jihi... jihi". Sgrimpsy se dio' vuelta para saber si alguien mas si hubiese enterado, pero no. Estaban todos ocupados con la comida.


Sgrimpsy tuvo que andar un buen rato, hasta poder acercarse a ese esplendido caballo. Parecia esperarlo. Y asi' era.


En cuanto lo hubo alcanzado y tocado... ¡Sgrimpsy se transformo'!

Se hizo todo grande y fuerte como su cabezon, de una vez sola. Se habia convertido en un hombre, alto, imponiente, y duro como roca. El caballo daba a ver de reconocerle, como si hubiesen estados juntos desde siempre. Asi' que le monto' encima y volaron esbeltos, en el cielo, rodeados de una luz maravillosa.


Asi' empezaron las aventuras de Sgrimpsy, el Caballero Cabezudo.