viernes, 30 de noviembre de 2007




El caballero cabezudo






Erase una vez una familia

que vivia en el campo, cerca de los Montes Roseados, en el estado de Pimpagua.
Habitaban en una gran finca de madera, que habia construido el padre, Frank, con la ayuda de sus hijos.


La familia en total estaba compuesta por 8 personas, 3 perros, 9 vacas, 9 ovejas, 16 gallinas y 2 caballos.
Habian tres hermanas y tre hermanos. Sus nombres eran: Linda, Sandra, Emily, Jake, Ben y Sgrimpsy.



Sgrimpsy era el mas pequeño de todos, pero era tambien el mas cabezudo.
Era tan cabezudo que a menudo los hermanos lo utilizaban para romper la leña. Y al el no le hacia daño. En absoluto. Esa cabeza era tan dura que ni la roca se habria resistido.
Eran una familia feliz y muy trabajadora. Tenian mucho mais y luego huertos con toda clase de fruta y de verduras, mas el ganado.





La madre, Emma, preparaba comidas esquisitas, en gran cuantidad. El regimiento de caballeria alojado en un cuartel no demasiado lejo de la casa de los Swenson (cosi' se llamaban) tenia costumbre de aceptar las invitaciones de la señora, asi' que normalmente habian unas noventas personas comiendo en la finca.


Fue uno de esos mediodias que paso' algo de especial. Toda la compañia estaba comiendo, cuando Sgrimpsy noto' algo, afuera de la finca, y se alejo' de esa unos pasos, solo. Y lo vio', al horizonte.



Habia un caballo, todo blanco, muy bello y... con dos grandes alas al costado! El caballo se levantaba sobre las piernas, haciendo: "jihi....jihi... jihi". Sgrimpsy se dio' vuelta para saber si alguien mas si hubiese enterado, pero no. Estaban todos ocupados con la comida.


Sgrimpsy tuvo que andar un buen rato, hasta poder acercarse a ese esplendido caballo. Parecia esperarlo. Y asi' era.


En cuanto lo hubo alcanzado y tocado... ¡Sgrimpsy se transformo'!

Se hizo todo grande y fuerte como su cabezon, de una vez sola. Se habia convertido en un hombre, alto, imponiente, y duro como roca. El caballo daba a ver de reconocerle, como si hubiesen estados juntos desde siempre. Asi' que le monto' encima y volaron esbeltos, en el cielo, rodeados de una luz maravillosa.


Asi' empezaron las aventuras de Sgrimpsy, el Caballero Cabezudo.

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